El Mirador de Guatifay

gregorio

Por Gregorio Barreto Viñoly

 

 

De la educación en Haría en los tiempos ya muy pasados

La educación en la actualidad es muy distinta a la que tuvieron nuestros mayores, y vamos a centrarnos en este espacio a su evolución en el municipio de Haría.

 

Antes no había posibilidades de estudiar porque no había medios económicos ni organizativos como para proporcionar a la clase estudiantil las condiciones o estructuras debidas como para la formación de la gente joven o en edad de estudiar.

 

Hay que valorar que antes, la mayoría de la gente era analfabeta, porque el estudio estaba vedado a la mayoría de la población y solo había un pequeño porcentaje de personas que podía estudiar, y estos en muchos casos tenían que ir a una isla capitalina para cursar sus estudios, porque en Lanzarote no había ni centros educativos.

 

Pero empecemos por la escuela, que es lo primero, y digamos que fueron muchos los niños que no pudieron ir a la escuela, pues los varones tenían que ayudar a sus padres en todas las tareas de agricultura y ganadería, e incluso algunos se iban de pequeños de criados, y las niñas, igualmente, ayudaban a su madre en las labores de la casa y luego fueron muchas las que ya desde los ocho años se iban colocando de sirvientas.

 

Pero los niños siempre la tuvieron mal porque había que procurar no ser todos analfabetos irremediablemente, y en ello mucho también se empeñaban sus padres o responsables, y así algunos aprendían en sus propias casas, y otros eran ayudados por los vecinos o familiares que supieran, ya que eran pocos los que sabían hacerlo.

 

Y los niños que se iban a la escuela tenían enfrente al maestro o maestra, con unas ideas ya muy anticuadas y que tenían como lema uniforme el de “La letra con sangre entra”, y ante cualquier fallito en la conducta, llegaban a ponerlos de rodillas sobre arena, y eso era realmente una salvajada, pero es lo que había. Pero por si fuera poco, al llegar a casa, si tenían alguna queja insignificante procedente de la escuela, del maestro u otro signo, la madre solían amenazar al niño con la frase de “Cuando tu padre llegue a la noche, te espabila”, y le sometía a algunas bofetadas para reprenderle.

 

De todas formas, había alguna familia más pudiente que podía dar estudios a sus hijos, pero eran muy pocas, y hasta los mandaban a Las Palmas, porque aquí no habían medios de ningún tipo para promocionarse o estudiar, y podemos destacar a la familia de los López, los Curbelo, los Socas, los Valenciano, y muy pocos más. No obstante, digamos que de la isla de Lanzarote, Haría fue destacada por ser de donde más estudiantes salieron en la antigüedad.

 

También Haría puede hasta de presumir de haber sido el primer municipio rural de la Isla donde se ubicó un centro de segunda enseñanza, e incluso hubo hasta un centro de formación profesional, y en ello juega el impulso y ambiente estudiantil que se fue creando con personas que daban algunas clases particulares, jugando un papel muy importante la denominada Academia que creó el cura Don Enrique Dorta Alfonso con la ayuda de otros intelectuales del pueblo, como fueron Don Domingo Barreto Barreto y algunos otros, surgiendo de ello el Colegio Libre Adoptado, y luego el Instituto de Bachillerato de Haría, como dije, el primero insular.

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