Balcón de Haría. Por Gregorio Barreto Viñoly

Gregorio BarretoDe las incidencias del agua y su uso en La Antigüedad en el municipio de Haría

 

 

Nos viene de muy sabido desde la antigüedad más remota, la sequía que reinaba normalmente o de forma muy asidua en la isla de Lanzarote y de la vecina  isla de Fuerteventura, y a ello se fueron acostumbrando todos los moradores  de estas dos islas sedientas, que de tanto sufrir, muchos de los habitantes de estas islas, tuvieron que emigrar, especialmente a las Américas, ante el  hambre y miseria y necesidad que imperaba.

 

Ante esta situación, había que buscarse el agua como fuera, porque la necesidad de este preciado líquido era dominante no sólo para cubrir las necesidades de  las personas, sino que también para cubrir las necesidades de los muchos animales que había entonces y algunos bebían con exageración.

 

Antes se aprovechaba el agua como principal, de las azoteas de las casas, para beber, también de las eras más cercanas u otras, que se pasaban a los aljibes de que se disponía entonces, y para asuntos generales había otros aljibes cercanos o los más próximos a la casa.

Pero estas recogidas o acogidas de agua, se supeditaron a finales de los años de 1940, a un impuesto o taza,  establecido por el  Ayuntamiento, pero además los desagües a la vía pública también estaban sujetos al mismo impuesto y para los dos casos se valoraba el volumen o la capacidad de los depósitos-aljibes.

 

El agua que se recogía en los aljibes no era suficiente para cubrir las necesidades de las personas y de los animales.

 

Esta escasez de agua se fue solventando un poco, con el depósito que hizo el Cabildo Insular en la zona de La Corona, en el año de 1.950, con una capacidad de unos 1.000 metros cúbicos y también el propio Ayuntamiento hizo otro aljibe en  el pueblo de Ye, a principios de la década de 1960, con capacidad de de unos 2.000 metros cúbicos, y así se fue solventando algo pero sólo una parte. El agua desde estos aljibes se cargaba  en camiones-cuba y había que pagarlo todo porque eran transportistas privados.

 

Luego se fueron haciendo otros aljibes y represas particulares y también el Ayuntamiento hizo varios de estos depósitos.

 

Pero el Municipio de Haría contaba con otros manantiales y fuentes, como el manantial de El Chafariz, que no era exclusivo del Ayuntamiento, pero disponía del control, y este manantial ubicado en el Valle de Temisa, cubrió en los años de 1940, unas importantes necesidades, a donde se iba con burros y  camellos, con barricas, barriles, garrafones y otros boticicos,  a hacer cola, pero que además este manantial tuvo que sufrir la demanda de los soldados del batallón, que estaban ubicados en el casco de Haría.

 

Este Municipio puede decirse que era algo privilegiado en la isla, ya que contó con otros manantiales o fuentes como la Fuente de  Gayo, en lo alto de Gayo, la Fuente de las Ovejas, y algunas otras en Debajo del Risco y otros lugares.

 

Pero este Municipio contó además con muchos pozos en el pueblo de Haría, hasta ciento cincuenta, y aparte algunos otros en las zonas de Tabayesco y Arrieta.

 

Así se fue solventando algo, pero no lo que demandaba la gente entonces, pero al fin algo se remedió.

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